Ningún jardín se luce tanto como aquel que posee un excelente césped en el suelo. Es por eso que si está en tus aspiraciones lograrlo debes tener en cuenta algunos consejos. Es importante conocer el suelo en donde esta situado el césped y controlar que no este compacto, ya que al endurecerse impide que el agua del riego llegue a la raíz, provocando largos charcos que estanquen el agua y puedan hacer pudrir al césped. Para evitar esto se debe pinchar la superficie que este con charcos o secas, con una horquilla. Realiza luego diversos agujeros dependiendo del estado del césped para permitir que el agua pueda ser absorbida.
Las malas hierbas son insistentes y enrarecen el suelo, por lo que es necesario quitarlas asiduamente. No es recomendable utilizar herbicidas, ya que podrían perjudicar la pradera, preferentemente se deben eliminar a mano y sacando hasta la raíz con las herramientas de jardinería destinadas a estos quehaceres. Por último, debemos mantener bien alimentado al césped. Este necesita abono, principalmente en primavera, para conseguir reforzar su color y su raíz. Pero a esto hay que hacerlo con sumo cuidado ya que si se coloca demasiado en zonas concretas se pueden quemar las raíces.
Por ello para realizar este proceso lo mejor es ir delimitando zonas, espolvoreandolas con el fertilizante y dándole luego un buen riego que empape toda la pradera.
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